A veces me preguntan qué beneficios tiene el teatro o interpretar ante cámara, a parte de adquirir herramientas para la profesión en sí.  En ese momento lo primero que pienso es «¿cuánto tiempo me das para explicártelo?» ya que quien lo ha vivido bien sabe que son muchísimos ¡necesito horas para hablar de todos ellos!

¡Son tantos!, y sin duda son los principales motivos por lo que disfruto tanto de esta profesión. Lo mejor es que para todo esto no hay edad, desde los más pequeños a los más maduros recibirán estos beneficios. Desde el primer día de cada persona que elige participar en un curso o grupo de teatro ves esa transformación, ese progreso ya no sólo de la parte actoral, sino en cuánto a lo personal, y me hace sentir muy afortunada poder acompañarlos en ese proceso.

Voy a mencionar algunos de ellos:

Vencer la timidez, qué mejor que un espacio de confianza dónde exponerse. Los grupos de teatro son muy diversos, siempre hay gente con diferentes personalidades, caracteres, etc. que se encuentran unidos por el teatro. Al contrario de lo que mucha gente cree encontrarás más tímidos en el grupo de los que seguramente esperabas. Interpretar personajes te dará la libertad de poder actuar desde ellos, adquirirás diferentes roles, como en la vida, podrás adquirir herramientas para sentirte menos tímido tanto en el escenario como en la vida diaria.

Volver a jugar, la rutina, el estrés, el no tener tiempo para dedicarse a uno mismo a veces nos hace olvidar la importancia del juego, de divertirse por mero placer, tan necesario como respirar para oxigenar todos nuestros órganos es divertirse para poder enfrentarse al día día con más ilusión y optimismo. Qué bonito obligarse a tener un espacio para dedicarlo a ello mínimo una vez por semana y tener ilusión por preparar la siguiente clase, preparar la obra, etc.

Dedicarse tiempo a uno mismo,  porque a veces llegamos a olvidarnos de nosotros mismos, y qué mejor que hacerlo para no perder la conexión con uno mismo, el espacio de juego para aliviar tensiones y así disfrutar más del día a día.

Desarrollar la creatividad, salir de la zona de confort para replantearse, ver otros puntos de vista, crear sobre el imaginario, abrir la mente, replantearse las cosas, tener que responder en improvisaciones, y la variedad de ejercicios a los que te enfrentas durante los cursos o ensayos da herramientas muy útiles para nuestra vida.

Diversión, ganar autoestima, el enfrentarse a ejercicios que nunca te hubieras imaginado hacer, obtener reconocimiento, mejorar, descubrir habilidades que desconocías que tenías, provocar la risa a tus compañeros o la propia.

Redescubrirse a uno mismo, desmelenarse, despreocuparse, permitirse un espacio donde sacar la creatividad, reírse, equivocarse sin consecuencias, probar nuevas habilidades desconocidas, ser más consciente de lo que sentimos, de nuestros miedos y vergüenzas, ser consciente de las diferentes emociones que sentimos y explorar diferentes formas de gestionarlas, ponerse a prueba en ese espacio de confianza y con todo ello seguramente sorprenderse de uno mismo.

Ganar confianza para hablar en público, exponerse es el mejor entrenamiento para ello, si lo haces en un espacio como el del grupo teatral no hay consecuencia grave posible, pero si mucho aprendizaje, adquirirás herramientas para sentirse más seguro y las pondrás en práctica constantemente. Esto te dará más seguridad en ti mismo para hacerlo fuera del espacio de entrenamiento.

Ganar habilidades para la resolución de conflictos, después de haber interpretado muchos personajes, y resolver incluso sus más disparatados conflictos, cada vez ganamos más habilidades para ello.

Aumentar la empatía, representando diferentes personajes teniendo que defender puntos de vista que nunca defenderíamos aprendemos a ver y conocer a los otros desde otro lugar, eso nos da herramientas muy valiosas para entender al otro y así mejorar nuestras habilidades sociales y asertividad.

Continuará…

¿Y tú? ¿Quieres iniciarte?

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